lunes, 14 de abril de 2008

Pactar con el diablo

Escribo este post a propósito de la nueva película de Martin Scorsese, Shine a Light, documental que acompaña a los Rolling Stones en el escenario durante un concierto en 2006 en el Beacon Theater de Nueva York. De Scorsese se puede decir, además de que ha filmado algunas de las mejores películas de la historia, que es un apasionado de la música (en su filmografía se encuentran otros documentales como El Último Vals y No Direction Home), del rock (algo que se ve reflejado en sus bandas sonoras) y de los Rolling Stones. Por eso no se hace extraño que el director italoamericano se decidiera a filmar a "la mejor banda de rock del mundo" en directo. Y eso es precisa y exactamente lo que se ve en Shine a Light. Un concierto entero, una actuación de pe a pa, que plasma con una tremenda efectividad lo que todos sabemos: que un grupo de cuatro viejos de más de 60 años de edad desprenden más energía que muchas bandas más jóvenes de hoy día (lo cual nos llevaría a la teoría -científicamente probada- de que las estrellas de rock ya no nacen con la testosterona que les caracterizaba hace 30 años). Y es que si alguien duda de la vitalidad de Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts, éste documental le va a abrir los ojos de forma definitiva. El tópico de que el cuarteto tiene un pacto con el diablo se vuelve razonable tras contemplar el constante bailoteo de Jagger, que se muestra hiperactivo durante todo el concierto. De sus compañeros se puede decir lo mismo, aunque no llegan a sus extremos. Shine a Light gustará a los amantes del rock y, por supuesto, a los fans de los Rolling Stones, que verán en la pantalla grande como éstos interpretan temas como Jumping Jack Flash, Start Me Up, Shattered, Some Girls, As Tears go By, Sympathy for the Devil o Satisfaction. Además, son acompañados en tres temas por invitados especiales: Jack White, de los White Stripes, Buddy Guy y, eh, Christina Aguilera. Y poco más contiene Shine a Light a parte del concierto en sí: empieza con un escueto y ligero making off, en que se ve, entre otras cosas, como los Stones llevan loco a Scorsese con la decisión a última hora del setlist; y como desagrada a la banda la idea de llenar los alrededores del escenario de cámaras. Además, durante el concierto se van intercalando imágenes de archivo que muestran entrevistas y apariciones varias en televisión de los miembros del grupo. No es un filme especialmente profundo. Es sólo rock and roll.


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