miércoles, 30 de abril de 2008

Humo y sujetadores


El pasado jueves 24 de abril, el supergrupo de sludge/doom/stoner/heavy metal Down visitó España por primera vez desde su creación en 1991, con un concierto frenético en la sala Apolo de Barcelona. El cantante Philip Anselmo, el bajista Rex Brown (ambos ex-miembros de la célebre banda de groove metal Pantera), los guitarristas Pepper Keenan (vocalista y guitarrista de Corrossion of Conformity) y Kirk Windstein (líder de Crowbar), y el baterista Jimmy Bower (también miembro de Crowbar), pasaron por la capital catalana para descargar decibelios y buen humor. Curiosamente, a petición del grupo, no hubo teloneros. En vez de eso, se ofreció a los asistentes un documental de una hora sobre una gira europea de la banda en 2006. Básicamente se trataba de un montaje bastante simple que incluía grabaciones domésticas del grupo entre bastidores combinadas con vídeos de distintos grupos musicales que han tenido influencia en el sonido de Down, entre ellos Black Sabbath, Deep Purple, Scorpions, AC/DC y Ted Nugent. Bastante aburrido, sobre todo por la excesiva duración de los clips de otros artistas comparada con el material documental propiamente dicho. Aun así, el film recoge algún momento divertido, como el de la fiesta nocturna que se monta el grupo junto al guitar god Zakk Wylde (líder de Black Label Society y guitarrista de Ozzy Osbourne) en un hotel, que acaba con el lanzamiento indiscriminado de objetos pesados por el balcón de la habitación. La película acabó con un clímax de imágenes y música del grupo que, a juego con la centelleante iluminación de la sala y mientras se iba retirando automáticamente la pantalla sobre la que discurría la proyección, acabó fundida con el ruido de guitarras eléctricas en directo. Entonces empezó lo bueno.




Empezó a sonar The Path, contundente canción del último álbum del grupo, Over the Under (2007). El público, fiel y con ganas de corear cada palabra que salía de la boca de Phil Anselmo, entró en un momentáneo éxtasis cuando la banda se posicionó en el escenario. Éste se vio apagado pasado poco más de un minuto, momento en que la voz de Anselmo se dejó de oír, pese que sus labios seguían movíendose, y la banda dejó de tocar. "De ninguna manera vamos a empezar el concierto con un micro roto", declaró el vocalista con simpáticos aspavientos. Le dieron otro micrófono y el grupo reanudó la canción. La elegancia y el temple con que Anselmo solucionó la situación fue una clara muestra de su carácter seguro y fuerte. No perdió la calma, no se enfadó y después continuó cantando como si no hubiera pasado nada. Excelente actitud, mejor sonido: el repertorio se basó en gran parte en el primer álbum del grupo, Nola (1995), del cual interpretaron temas como Hail the Leaf, Lifer, Losing All o Eyes From the South. Pura tralla que sonaba a gloria para los fans del heavy metal que abarrotaban Apolo. Blues metal, metal sureño, interpretado con la maestría del veterano. Del último disco, además del tema ya mencionado, el grupo tocó Beneath the Tides, Three Suns and One Star, NOD y el single On March The Saints. Entre canciones, Anselmo y la banda se dieron tiempo para hablar al público y escuchar sus rugidos y cánticos, y para bromear entre ellos. Anécdotas destacables son el hecho que Anselmo subiera al escenario a una fotógrafa para que sacara una fotografía del grupo con el público de fondo, como recuerdo de la primera actuación de Down en España:




Especialmente cómico fue el momento en que, justo después de acabar una canción, pasó un sujetador, lanzado desde el público, rozando la cara de Anselmo. Éste bromeó un rato con el sujetador en la mano, pero pocos segundos cayó otro sujetador, también del público, que inició una lluvia de sujetadores (almenos 4 o 5 cayeron en total), acabada por el lanzamiento de unas bragas negras (o tanga, un servidor no lo supo discernir) que acabaron en la cabeza de Kirk Windstein, el guitarrista gordo, calvo y barbudo que ven en la foto, a quien sus compañeros fueron colocando uno a uno los sujetadores que iban cayendo. Todos, pues, acabaron colgando del robusto cuerpo de Windstein, menos uno -blanco- que acabó colocado por encima de la camiseta -negra- del batería Jimmy Bower.



Musicalmente hablando, los puntos álgidos del concierto fueron cuando la banda interpretó los siguientes temas: Swan Song, perfecta canción del disco Nola que, según dijo Philip Anselmo, Down no suele tocar en directo; Temptation Wings y la melódica y pegadiza Stone the Crow (a la que el público se entregó totalmente), dos clásicos, también de Nola; la bluesera Learn From My Mistakes, del disco Down II: A Bustle in your Hedgerow; y la lenta y atmosférica Jail, durante la cual Anselmo indicó al público cuándo dar palmas para acompañarla. Y, para acabar el concierto, Bury Me in Smoke, probablemente el mejor tema de la banda, o almenos uno de los que define más su estilo y lo lleva a su máxima expresión. "Cuando muera, enterradme en humo", cantaba Anselmo en el melódico estribillo, mientras el escenario se llenaba de un humo tan espeso que a penas dejaba que el público viera a la banda. Al final de la canción, otro punto curioso del concierto: saltan al escenario dos miembros -supongo- del staff (equipo) de Down, y les son entregadas las guitarras de Pepper Keenan y Kirk Windstein. El solo final lo interpretó una chica peinada con largas trenzas, que se había adueñado de la guitarra de Windstein, mientras Anselmo la aplaudía primero -pues tocó bastante bien- y le sobaba los pechos después. Finalmente, acabado el show, Anselmo se quedó solo encima del escenario recibiendo la ovación del público de rodillas y haciéndonos una petición: "Contad a la gente lo que habéis visto aquí. Que corra la voz".

Fotos robadas de aquí.

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